Algo ha muerto en mi y no lo encuentro. Desde la estrella del alba hasta la puesta del sol No soy yo... Como frenesi de excesos, fue mi mostruoso EGO. Como sabiduria hueca, fue mi razonamiento. y quien me podra mostrar ¿Que vendra despues? La cordura logra asir a la prudencia, como si fuera una victoriosa espada en mano ganando la batalla; Asi como la necedad va directo a perderla en medio de ella. Y aunque mañana tenga que volver a empezar, se que Dios aun con todo, me guiara. -MiliGramo