Se cuenta que en una población del oriente de Yucatán, vivieron dos hermanas jóvenes y hermosas. Las dos poseían atributos físicos muy bellos: un lindo rostro, un hermoso cabello, una dulce voz... Sin embargo, tenían una manera de ser bastante diferente, más bien opuesta. La menor era dulce, cariñosa y de una nobleza humana sobresaliente, atributos que le hacían ser muy popular y querida en el pueblo por todos sus habitantes. La mayor era frívola, mala y soberbia, lo que la hacía insoportable. Un día, la menor contrajo matrimonio, como era de esperarse, con el joven más guapo y apuesto del lugar. Pero con ello se ganó la envidia y el odio de su hermana mayor, de tal manera que la mala mujer decidió matarla. La muerte de la dulce joven causó mucho dolor y pena. A su entierro asistieron todos los habitantes del pueblo, hasta los animales lloraron y se dieron cita llevando flores a su tumba para despedirla. A la mañana siguiente, en el sitio que fue enterrada, brotó una planta muy bella, olorosa y que produce mucha miel; su nombre es x'tabentún. Pero el doliente marido no pudo contener su rabia y decidió vengar la muerte de su amada quitándole la vida a la malvada hermana. Cuentan que durante muchos días se sintió en el pueblo un olor muy desagradable, y que a su sepultura sólo asistieron serpientes, lagartijas y otros animalejos malos del monte. Donde fue enterrada brotó una planta de muchas espinas con una florecilla sin olor ni gracia alguna. A partir de entonces, muy entrada la noche, se aparece al pie de las ceibas de los caminos de El Mayab, una bella mujer de cabellos muy largos al paso de los hombres. —¿A dónde vas? Ven, acá —dice la X'Tabay. De esa manera los hechiza para llevárselos y nunca más se les vuelve a ver. Del infortunado se dice: se lo llevó la X'Tabay Tomado de: web4.ilce.edu.mx:3000/biblioteca/sites/litinf/el-mayab/ht...