El RIO DE AUTOS que recorre la ciudad de Mérida cada vez va creciendo, y la gente se asusta y añora con nostalgia; aquellos tiempo" en donde no habían tantos huaches y gente en la ciudad que para bien han traído prosperidad a la ciudad, pero para mal se ha acabado la tranquilidad de la ciudad blanca. ¿En realidad se ha acabado?