El puente romano de Mérida, en la provincia de Badajoz, es una obra de ingeniería civil que atraviesa el río Guadiana, y que fue construido por el Imperio Romano a finales del Siglo I a.C., La obra se elevaba en la antigüedad sobre el río a lo largo de dos tramos separados por un tajamar, y en la actualidad el puente tiene una longitud de 790 metros, descansando sobre sesenta arcos, de los cuales tres permanecieron ocultos hasta finales de los años noventa del Siglo XX, cuando las obras de regeneración de los márgenes del río los dejaron al descubierto. El puente forma parte del Conjunto Arqueológico de Mérida, uno de los principales y más extensos conjuntos arqueológicos de España, y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1993 por la Unesco.